Las actuaciones con las que se ha tratado las dos fachadas principales y las dos laterales, que se encuentra en vuelo sobre la ocupación en planta de la PB, consiste en unas pequeñas alteraciones de los elementos constructivos que las delimitan pero con las que se consigue un cambio considerable en la configuración actual de las mismas.
Actualmente la composición de los paños de la fachada esta divida en franjas verticales con unos resaltes de fábrica de ladrillo con revestimiento vítreo colocados en los remates de las terrazas de esquina y en las dos juntas de dilatación —por ambas fachadas principales— que separan los tres portales. Esta división conforma las fachadas longitudinales en 5 paños, uno central que integra las terrazas más largas y una ventana que se dobla en la esquina para convertirse en puerta de acceso a la misma, un paño a cada lado que incluye dos ventanas de habitaciones y otros dos en la esquina formados por terrazas que doblan hacia las fachadas laterales. Estas a su vez tienen un paño central entre los machones que delimitan las terrazas formado por un damero de ladrillo de vidrio que combina elementos enrasados y resaltados con el gresite.
Nuestra intervención modifica esta configuración general del volumen principal del edificio reduciendo el número de paños verticales que la componen. La intención principal de esta operación es destacar o singularizar las terrazas en esquina del edificio que son las que cuentan con mayor profundidad, la terraza situada en el centro de la fachada longitudinal se integran mediante las ventanas en esquina de sus laterales con el resto de ventanas de la fachada formando un único paño central. Éste se va a percibir en su conjunto como un gran hueco, básicamente por el efecto que la acumulación horizontal de sombras que proyectarán las losas de las terrazas mencionadas.
Las terrazas siguen caracterizando potentemente las esquinas aunque esta vez los remates laterales en ambas fachadas son diferentes, en el lado de la fachada longitudinal se mantiene el elemento constructivo en forma de machón sobresaliendo del plano de fachada mientras que en la zona de la fachada lateral sí se modifica. Esta última es la que se transforma más significativamente, al eliminar los machones laterales antiguos se le otorga mayor continuidad a la fachada lateral con las terrazas, se reduce a solo uno el plano que corta el volumen general del edificio de lado a lado en cada uno de sus dos extremos, reduciéndose el volumen principal a una composición tripartita, un cuerpo central y dos laterales. Con la inclusión del elemento metálico en forma de proa, constituido por un plano en el que se apoyan las bandejas levemente inclinadas que ocultan el damero de pavés existente, se aporta un nuevo elemento focalizador que equilibra con su componente vertical la horizontalidad incluida por las losas de la terrazas de esquina. Este elemento ubicado en el eje de la fachada lateral se materializa como una protuberancia vertical con mismo material que los frentes de los balcones aunque se combinan paneles microperforados, coincidiendo con la posición en altura de las ventanas, con paneles opacos.
El remate de superior de todas estas fachadas reproduce la disposición inferior, sin variar las dimensiones primigenias, aunque esta vez si que mantiene el resalte lateral en la zona de la junta de dilatación que sirve para delimitar una barandilla de mayor longitud que las existentes debajo, las que se encuentran dentro el gran hueco central.
Para el arranque inferior se ha optado por dar continuidad al mismo sin que los machones verticales que dividen los paños lo interrumpan, está concebido como una gran plataforma que sirve de soporte a todos los componentes que conforma las fachadas y que por tanto aporta la unidad al volumen principal, que sobresale en forma de vuelo de los pilares por todo el perímetro del edificio. Para recalcar ese aspecto diferencial del resto de la fachada se emplea placas del mismo tipo pero con de distinto formato y colocadas en posición vertical, esta leve variación es suficiente para aportar la identidad que se le pretende asignar.
Por lo que respecta al tratamiento cromático de los materiales se ha elegido, de mutuo acuerdo con los propietarios, una baldosa de color beis que reproduce los efectos de aguas o veladuras que caracterizan a la piedra marmórea. En las paredes laterales de las terrazas que cortan las fachadas longitudinales en forma de machón —revestidas con baldosas de gres pegado con mortero cola— se emplean una textura que imitan a materiales metálicos y color gris plata o acero inoxidable para combinar con los frentes de forjado de las terrazas que se recubren con planchas de aluminio. El poste cilíndrico que se encuentra en el interior de las terrazas de las esquinas se forra también con panel de aluminio del mismos color gris plata, o similar al acero inoxidable, para que todos los elementos visibles que las componen adquieran un mismo aspecto cromático. Con esta misma intención se ha elegido el material de aluminio para las nuevas barandillas cuyo diseño con barras verticales responde a un acuerdo expreso de los propietarios que descartaron la solución de vidrio inicialmente propuesta por nosotros.
Para los perfilados de los huecos de las ventanas —tanto alfeizar, dintel como mochetas— se empleará este mismo material que permite homogeneizar todos los elementos que conforma la fachadas a la vez que contrastar con el tono elegido como material base. Dado que las plomadas de las mochetas de las ventanas no coinciden perfectamente junto a que la modulación de las losetas de gres no encajan perfectamente entre huecos, hemos optado por darles un cierto espesor con pliegues a la chapa que permite subsanar estos problemas. Esta solución hace que destaque más la ventana sobre la piel de la fachada, como si la ventana remachara la misma con el muro interior, pensamos que es coherente con la solución constructiva elegida.