Juan Martín García ARQUITECTO
Texto extraido de la memoria del Proyecto Básico
Justificación de los Criterios Formales
Urbanísticos y paisajísticos
Se han seguido los criterios marcados por las Normas Subsidiarias en cuanto a la ordenación y regeneración del área para uso residencial, previendo la ampliación de la acera existente para adecuarla a las nuevas exigencias de la Normativa de Accesibilidad del Gobierno Vasco y la adecuación al trazado del futuro encauzamiento del río, con su correspondiente paseo y cesiones al dominio público de los espacios que no formen parte intrínseca del edificio.
Desde el punto de vista paisajístico, se trata de un enclave afortunado dentro del municipio, ya que estando al borde del río Oria y orientación sur, está asegurado el asoleamiento de la fachada correspondiente a las estancias principales como las vistas despejadas, hacia el casco urbano de la localidad. Además, al tratarse de un edificio exento, las posibilidades del lenguaje formal se acrecientan, tanto en el tratamiento de la piel envolvente como en el juego de volúmenes, vuelos y retranqueos.
Conceptuales y Estéticos
Para el equipo redactor del encargo, la parcela receptora, se ha considerado desde un principio como un emplazamiento singular, debido a sus condiciones físicas y características de situación respecto a linderos, a la calle, al río y al resto del casco urbano. Por lo tanto, la idea que subyace más allá del cumplimiento del Programa de Necesidades del Promotor, es intentar una expresión arquitectónica singular –en este caso novedosa respecto a la tipología dominante–, aprovechando no sólo su privilegiado emplazamiento, a pesar de las apariencias, sino también la peculiaridad del lugar y su contexto concreto.Además el perfil transversal, en comunicación con dos espacios (calle y frente del río) de distinta rasante y requisitos de uso ayudaba al tratamiento de las dos fachadas longitudinales de manera completamente diferente
Estas características están reflejadas y distiguen las dos fachadas principales del edificio que expresan sin lugar a equívocos, los espacios a los cuales se vuelcan. Por otra parte, el juego de vuelos, y retranqueos, también responden a estas diferencias. Más cerrada y enjuta la fachada de la carretera comarcal y más abierta y panorámica la correspondiente terreno que mira hacia el río Oria.
Una se trata de una calle-carretera con afluencia de tráfico rodado, ruido urbano y casi nulo atractivo en cuanto a vistas, ya que al estrecho fondo de la misma debe sumarse el talud que a modo de barrera impide cualquier contemplación más o menos atractiva y además cuenta con una mala orientación como es la norte. Por el contrario la fachada del río Oria, es abierta, soleada y con vistas panorámicas sobre la ciudad, además de ser una zona mucho más tranquila por limitarse con el propio río y estar frente a un paseo urbano peatonal que se ubica en la orilla opuesta.
Para evitar que esa dualidad de fachadas tuviera continuidad se han tratado las fachadas laterales de tal manera que diferentes retranqueos den solución de discontinuidad de materiales, así se opta por una fachada hacia la carretera donde la piedra en lajas colocada en el zócalo, el ladrillo caravista en planta primera y los huecos más pequeños de los dormitorios ofrecen un aspecto más cerrado, y la fachada la río con grandes huecos, terrazas y aplacada en piedra ofrecen el aspecto más abierto.
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